Workplace Violence at Schools – “If You See Something, Say Something” Meeting Kit – Spanish

QUÉ ESTÁ EN RIESGO

Las escuelas deben ser espacios seguros y acogedores para todos: estudiantes, maestros, profesores, tutores y toda la comunidad escolar. Sin embargo, los incidentes de violencia en el lugar de trabajo pueden ocurrir, desde palabras hirientes y acoso hasta agresiones físicas. Estos incidentes pueden tener un impacto serio, causando angustia emocional, daño físico y perturbando el ambiente de aprendizaje. Por eso es tan importante estar alerta a las señales de advertencia y hablar si notamos algo preocupante. Un ambiente seguro y respetuoso es esencial para la enseñanza efectiva, el aprendizaje y el bienestar de todos.

CUÁL ES EL PELIGRO

Es fácil pensar, “Eso nunca pasaría aquí”. Pero la realidad es que estos incidentes pueden ocurrir en cualquier lugar. Saber reconocer las señales de advertencia es clave. La violencia en el lugar de trabajo dentro de las escuelas puede tomar muchas formas. Es importante identificarlas para actuar a tiempo:

Diferentes Formas de Agresión:

  • Amenazas Verbales e Intimidación: Esto incluye gritos, lenguaje agresivo, gestos amenazantes o cualquier tipo de abuso verbal que haga sentir miedo o amenaza a alguien. Un ejemplo podría ser: “Si no haces lo que quiero, lo vas a lamentar.”
  • Acoso y Bullying: Implica comentarios repetitivos no deseados, chistes ofensivos, intimidación o cualquier comportamiento que cree un ambiente hostil o incómodo. También puede incluir la difusión de rumores o ataques personales.
  • Agresiones Físicas: Incluyen cualquier contacto físico con intención de causar daño, como golpes, empujones, patadas o cualquier otro tipo de ataque físico.
  • Amenazas con Armas: Este es el tipo más grave de violencia en el lugar de trabajo e implica el uso o la amenaza de uso de armas de fuego, cuchillos u otros objetos peligrosos.

Cómo Identificar las Señales de Advertencia:

Es fundamental estar atento a posibles señales de que alguien podría volverse violento. Estas deben tomarse en serio y reportarse. Algunas señales incluyen:

  • Cambios notables en la personalidad, como volverse irritable, ansioso, retraído o agresivo de manera inusual.
  • Cambios evidentes en el estado de ánimo, como enojarse con facilidad o volverse muy agitado.
  • Aislamiento social, evitando compañeros y estudiantes.
  • Bajo desempeño laboral, ausencias frecuentes o cambios en hábitos personales.
  • Amenazas directas o indirectas de daño a sí mismo o a otros.
  • Fijación en una persona, objeto o idea específica.
  • Expresiones de desesperanza, depresión o pensamientos suicidas.

COMO PROTEGERSE

Hablemos de lo que podemos hacer para prevenir y responder a la violencia en el lugar de trabajo. No se trata solo de reaccionar, sino de ser proactivos y fomentar una cultura de seguridad.

Reconocer y Reportar – Confía en Tu Instinto:

Aquí es donde entra en juego el mensaje “Si ves algo, di algo”. Si notas alguna de las señales de advertencia que mencionamos—cambios de humor repentinos, comentarios amenazantes o simplemente tienes un mal presentimiento—no dudes en reportarlo. Habla con tu supervisor, el director, un colega de confianza o el encargado de seguridad escolar. Es mejor prevenir que lamentar.

Responder en el Momento – Prioriza la Seguridad y Sigue el Protocolo:

Ahora imaginemos un escenario extremo: eres testigo de un incidente violento, como una pelea entre estudiantes con armas (cuchillos u objetos peligrosos). Es una situación de alto estrés, pero seguir estos pasos puede marcar una gran diferencia:

  • Tu Seguridad y la de los Demás es lo Primero: Lo más importante es mantenerte a salvo y proteger a quienes te rodean. Si es posible, aléjate rápidamente de la zona de peligro y ayuda a los demás a hacerlo. Usa órdenes claras y en voz alta para guiar a las personas hacia un lugar seguro: “¡Salgan de aquí! ¡Corran!” No intentes ser un héroe; salvar vidas es la prioridad.
  • Separa y Crea Distancia (Si Es Seguro): Si puedes hacerlo sin ponerte en peligro, intenta separar verbalmente a los estudiantes. Usa una voz firme y clara y da órdenes directas como: “¡Aléjense!” o “¡Sepárense ahora!” Si hay otros miembros del personal cerca, pide su ayuda de inmediato.
  • Activa los Procedimientos de Emergencia: Sigue el protocolo de seguridad de la escuela. Esto podría incluir activar una alarma de incendio (si es adecuado para la situación), usar el sistema de intercomunicación para anunciar un cierre de emergencia o contactar directamente con la oficina.
  • Llama a Emergencias – No Pierdas Tiempo: Contacta al 911 o al número de emergencia de la escuela tan pronto como sea seguro hacerlo. Proporciona información clara sobre la situación, incluyendo la ubicación y la naturaleza del incidente.
  • Observa desde una Distancia Segura (Si es Posible): Si puedes hacerlo sin ponerte en riesgo, observa los detalles del incidente. Anota cuántos estudiantes están involucrados, sus descripciones y si hay armas presentes. Esta información será crucial para las autoridades.
  • Sigue las Instrucciones de la Policía y los Administradores: Cuando lleguen las fuerzas del orden o los directivos escolares, coopera completamente y sigue sus instrucciones al pie de la letra.

CONCLUSIÓN

En última instancia, nuestros esfuerzos para prevenir la violencia en el lugar de trabajo consisten en proteger a toda nuestra comunidad escolar: a nuestros alumnos, a nuestros colegas y a nosotros mismos. Un entorno seguro y respetuoso es esencial para una enseñanza y un aprendizaje eficaces.