
HECHOS
- El traumatismo por suspensión se produce cuando un cuerpo queda suspendido inmóvil en posición vertical y erguida, como por ejemplo mientras se espera el rescate tras una caída detenida en un arnés.
- La aparición del traumatismo por suspensión suele producirse entre los cinco y los treinta minutos siguientes a la suspensión de la víctima.
- El traumatismo por suspensión también puede poner en peligro la vida si no se observan los protocolos de tratamiento, por lo que es fundamental un rescate rápido y un tratamiento adecuado de primeros auxilios.
- Cuando los músculos de las piernas están relajados, las venas de las piernas pueden dilatarse drásticamente (lo que se conoce como vasodilatación). Como los músculos de las piernas no se utilizan para ponerse de pie, no se contraen y, por lo tanto, no impiden que las venas se dilaten. Esta falta de constricción de los músculos de las piernas permite que la sangre se acumule en las piernas en lugar de volver al corazón y los pulmones para su recirculación, un efecto conocido como estancamiento venoso.
- La pérdida de circulación hace que el corazón trabaje más para mantener el suministro de sangre al cerebro y a los órganos vitales. Esto provoca náuseas, pérdida de conocimiento y una caída de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca. Esta parte del traumatismo por suspensión es el inicio del shock circulatorio.
ESTADÍSTICAS
- Los andamios colgantes estuvieron implicados en el 30% (25 de 82 incidentes y 27 muertes) de las caídas desde andamios. De las 25 caídas desde andamios colgantes, en el 68% (17) se produjo un fallo del equipo del andamio. El equipo de protección personal contra caídas sólo se utilizó en tres de estos incidentes, pero en todos los casos se utilizó incorrectamente. En uno de los incidentes, un trabajador se salió de su cinturón de seguridad mal abrochado; en los otros dos incidentes, las cuerdas de seguridad excesivamente largas se rompieron o separaron después de que las víctimas cayeran 9 metros.